Verano, mosquitos y tu Perro
En este artículo descubrirás cómo mantener alejados a los insectos sin comprometer el bienestar de tu compañero peludo.
Cuando llega el calor, llegan también los mosquitos... y con ellos, los temores.
Dos enfermedades graves que pueden transmitir los mosquitos son la
Dirofilariosis (gusano del corazón) y leishmaniosis.
Leishmaniosis y dirofilariosis: dos enfermedades que se están expandiendo
En los últimos años, la leishmaniosis ha dejado de ser una enfermedad exclusiva de zonas cálidas.
El cambio climático está haciendo que el mosquito flebótomo —vector de esta enfermedad— aparezca en regiones donde antes no existía riesgo, como el norte de España, algunas zonas de Francia, Alemania o incluso el Reino Unido.
Según estudios recientes, la incidencia de leishmaniosis canina ha aumentado hasta un 60% en algunas regiones mediterráneas en la última década.
Y lo más preocupante es que ya no es raro encontrar casos en lugares donde antes era impensable. Lo mismo está ocurriendo con la dirofilariosis.
Transmisores como el mosquito Culex están migrando hacia el norte, y ya se están detectando casos de gusano del corazón en perros que nunca han salido de su zona, en regiones donde antes no había riesgo.
Esto está ocurriendo incluso en países como Alemania, Austria o partes del norte de Italia y Francia.
Esto significa que cada vez más perros están expuestos, incluso si viven en regiones donde nunca antes se había considerado necesario protegerlos.
Todo esto subraya la importancia de informarnos y buscar formas sostenibles y respetuosas de cuidar a nuestros animales, y muchos tutores recurren a repelentes convencionales para proteger a sus animales.
Pero, ¿sabías que algunos de estos productos pueden ser igual de peligrosos que las enfermedades que pretenden evitar?
En este artículo te cuento por qué conviene tener precaución con ciertos repelentes químicos y cómo puedes proteger a tu perro con alternativas naturales, seguras y respetuosas.
¿Qué contienen los repelentes convencionales?
Creo que es importante entender por qué debemos cuestionar el uso de repelentes convencionales.
La mayoría de los productos preventivos frente al gusano del corazón o la leishmaniosis contienen pesticidas neurotóxicos.
Estos ingredientes están diseñados para matar las larvas o repeler los insectos… pero también pueden afectar el sistema nervioso del perro, especialmente si se trata de un animal joven o sensible.
Además, parece que los mosquitos están empezando a volverse resistentes a estos productos. Por eso, no es raro ver animales que, aun siguiendo el tratamiento convencional, acaban enfermando igual.
Alternativas naturales: seguras y efectivas
La buena noticia es que no estás obligada a elegir entre un riesgo y otro.
La misma naturaleza ofrece soluciones eficaces, y lo mejor es que tu perro puede ayudarte a elegir la que más necesita, si le das la oportunidad.
Uno de los recursos más interesantes es el aceite de neem.
El aceite de neem: un aliado extraordinario contra los mosquitos
El neem (Azadirachta indica) es un árbol originario de la India y otras regiones del sudeste asiático. Durante siglos, ha sido considerado una auténtica farmacia natural por la medicina ayurvédica. De hecho, en muchas culturas se le conoce como “el árbol de la vida”.
Reconocimiento internacional
El neem ha llamado tanto la atención por sus múltiples propiedades que, en 2002, la Fundación Nacional de Ciencias de Estados Unidos (NSF) lo destacó como “el árbol del siglo XXI” por su potencial en medicina, agricultura y sostenibilidad.
También ha sido reconocido por la ONU y otras organizaciones científicas por su papel en la lucha contra enfermedades tropicales, especialmente la malaria.
Su aceite contiene compuestos naturales llamados azadiractinas, que son los responsables de su efecto insecticida suave pero efectivo.
Este compuesto interfiere en el crecimiento y la reproducción de los insectos (dificultando su ciclo de vida.
Un remedio efectivo contra más de 200 especies de insectos, incluidos mosquitos, garrapatas y pulgas con propiedades antibacterianas, antifúngicas y antivirales e incluso puede ser aplicado en heridas abiertas.
Un remedio seguro, ¡también para los gatos!
Como remedio preventivo puedes aplicarlo en zonas clave del cuerpo de tu perro:
Parte superior de la cabeza
Detrás de las orejas
En los omóplatos
A lo largo de la espalda y los flancos
En la base de la cola
Aceites esenciales repelentes (solo para perros)
En el caso de los perros podemos añadir algunos aceites esenciales con acción repelente. Entre los más utilizados se encuentran:
Lavanda
Romero
Lemongrass
Pino
Hierba gatera (aceite esencial de Catnip)
Albahaca
Melisa
Eucalipto limón
Menta piperita
Importante:
No uses aceites esenciales en gatos
Siempre diluye los aceites esenciales antes de aplicarlos (por ejemplo, con aceite de neem)
Deja que tu perro los huela primero. En zoofarmacognosis aplicada nunca forzamos la aplicación: si el perro no muestra interés, no lo uses
Si tu perro muestra interés por un aceite esencial lo puedes mezclar con el aceite portador (aceite de neem) 1 gota de aceite esencial con 1 ml de aceite portador. Puedes mezclar hasta tres aceites esenciales seleccionados por el perro con el aceite de neem, en este caso por cada gota de aceite esencial debes añadir 1 ml extra de aceite de neem.
Conclusión
La prevención puede ser natural, respetuosa y efectiva y no necesitamos recurrir a productos agresivos para proteger a nuestro compañero peludo.
Con remedios como el neem y los aceites esenciales —y permitiendo que el perro los seleccione libremente— puedes reducir el riesgo de picaduras sin comprometer su bienestar.